CAJADE, INCLUYENDO LA PERIFERIA
- Ariadna Sarno
- 30 nov 2017
- 6 Min. de lectura
CAJADE, INCLUYENDO LA PERIFERIA
LA OBRA DEL PADRE CARLOS CAJADE, QUE CUENTA CON UNA RECONOCIDA TRAYECTORIA EN EL TRABAJO CON LA NIÑEZ Y LA ADOLESCENCIA, SE ENCUENTRA EN UNA SITUACIÓN MUY DELICADA YA QUE ESTÁ ATRAVESANDO UNA CRISIS ECONÓMICA MUY IMPORTANTE, CONSECUENCIA DEL TARIFAZO Y LA FALTA DE AYUDA DEL ESTADO.
No podía ser en otro lugar ni en otra fecha tenía que ser así, en vísperas de la navidad y en la iglesia San Francisco de Asís, la del santo que se juntaba con leprosos y con los desamparados, el de los pobres y marginados, el que hablaba con los animales y lo seguían los perros y las aves.
Y ahora mirando hacia atrás todo encaja perfectamente, no hay fisuras en el relato.
Carlos Cajade “Carlitos” o “el curita”, como lo llamaba la mayoría, era un joven sacerdote que estaba terminando de celebrar la misa de gallo, esa que se da a medianoche para recibir a la navidad, es larga, eterna para los más chicos que sólo desean pan dulce sin fruta, tirar cohetes y abrir los regalos.
Terminó de saludar a los últimos feligreses y observó que en la escalinata de la iglesia tres chicos se habían quedado, se acercó y les dijo que tenían que estar en sus casas, que era tarde. Los chicos lo miraron, le dijeron que no tenían casa, que vivían en un terreno baldío…el cura mucho no les creyó y decidió acompañarlos.
Qué cara poner al encontrarse con tanto desamparo. Opresión en el pecho y un impulso por darles todo, entonces decidió ir a comprar algunas cosas ricas, lo que pudo conseguir a esa hora, un pan dulce, esas cosas; y pasó ahí, en ese terreno baldío, la navidad con ellos.
Era el año 1984. Ahí se gestó la idea; nacía, en otro pesebre, la obra del padre Cajade.
“Carlitos” nació en un barrio obrero de Ensenada, luego la familia se muda al barrio Villa Argüello. Su papá trabajaba en el frigorífico Swiff, muere en un accidente y él con apenas 14 años entra a trabajar donde lo hacía antes su papá; porque había que ayudar y el dinero nunca alcanzaba.
En su juventud se enamora del Che, de Evita, del padre Mugica, pertenece al peronismo revolucionario, su accionar es comprometido para con el otro. Era un muchacho con pinta y tenía una novia, pero la deja. Siente la necesidad de servir a Dios, tal vez por un mandato familiar muy marcado; entonces decide ingresar al seminario y ordenarse como sacerdote. Abraza la pedagogía del padre Kentenich, fundador del movimiento Shoenstatt, se dedica a la niñez y aplica una política de confianza y libertad; así nace el hogar Madre Tres veces Admirable, obra que crece y se multiplica. Cabe recordar que en esos años a los chicos se los metía en una especie de asilo, encerrados, esa era la solución que ofrecía el Estado. El paso aquí es muy grande.
Esta obra que comenzó hace ya casi más de 30 años empezó con un hogar “convivencial”. Se trabajaba con chicos y chicas de carencias importantes, de una gran pobreza, no tenían nada, vivían en la calle. Lo que se buscaba entonces y se busca hoy en día es garantizar los derechos, tan flagelados y olvidados, de los niños y niñas, de los y las adolescentes.
Cajade se nos va demasiado pronto de este mundo, pero su obra no es sólo la material, a sembrado solidaridad, empatía, el poder mirar al otro, ese que siempre estuvo invisibilizado. Sembró una mirada amorosa hacia los desamparados, lazos de oportunidades y de confianza. Se nos fue demasiado pronto. Después de luchar contra un cáncer de colon fallece el 22 de octubre de 2005.
El diario Página 12 publica respecto a su fallecimiento “Aguer es un obispo ultraconservador y poco querido. La semana pasada no pudo oficiar misa en el entierro de Carlitos Cajade, un cura que llevaba una obra importante en los barrios populares de La Plata, porque tuvo problemas con los fieles. En el ambiente católico platense, muy conmovido por la muerte de Cajade, hay manifiesta antipatía con Aguer por la hostilidad permanente a la que sometió al curita”.La verdad que era cierto, Aguer no podía ni verlo, un tipo mantenido por el Estado que pregona los evangelios desde cuatro paredes ¿cómo iba a soportar el accionar del “curita” que se la pasaba juntando pobres de la calle? Era un constante recordatorio de lo mal que hacia las cosas.
LA MOLESTIA DE HACER EL BIEN
Cajade era una espina para la Iglesia cerrada y ultra derecha y ésta no lo iba a dejar tranquilo.
La obra del padre Cajade se encuentra conformada por emprendimientos sociales y productivos; dentro de los sociales podemos mencionar: Casa de los Niños “Madre del Pueblo”, Casa de los Niños Chispita, Casa de los Bebés, Hogar de la Madre Tres Veces Admirable y Casa Joven.
Los emprendimientos sociales buscan brindar contención, cariño y afecto, alimento, atención tanto médica como social, es decir cubrir todas las necesidades de una persona. Por eso los chicos del hogar viven con sus educadores, porque son familia. Esos son los lazos que se construyen.
Por otro lado, se busca la manera de sostener económicamente al Hogar a través de los emprendimientos productivos y que los chicos y chicas del hogar se formen social y laboralmente, es decir, que tengan herramientas para desenvolverse en la vida. Cuesta mucho trabajo y esfuerzo pero los chicos lo dan todo, algunos trabajan en la imprenta Grafitos, otros en la granja Don Juan o en la panadería El Viejo Pepe y otros en la revista La Pulseada.
Durante los años 90 la obra del padre Cajade pudo resistir y dar batalla a las políticas del neoliberalismo que hoy vuelven recargadas a golpear a los más necesitados. La actual crisis económica que atraviesa el país debido a las políticas que ejerce el gobierno de Cambiemos ha empeorado la calidad de vida de la clase trabajadora, y que decir de los que se sustentaban con changuitas, se come mal, se vive peor. Ese es el actual panorama del barrio donde está Casa Joven, imagen que se replica golpeando fuerte en la vida de los pibes y pibas.
El financiamiento que reciben del Estado no es suficiente, a los educadores no se los reconoce como trabajadores, pero el Estado delega en ellos tareas que no cubren y los desconocen, también se encuentran con problemas con los pagos de servicios situación que se está tratando de regularizar.
El pasado 29 de septiembre se realizó en la ciudad de La Plata, una movilización muy importante bajo el lema: “El hambre es un crimen”, retomando algunas de las consignas del Movimiento Nacional Chicos del Pueblo, donde fueron protagonistas pibes y pibas de distintas organizaciones sociales. La manifestación les permitió poder tener una fuerte visibilización de la problemática que están atravesando pero además les otorgó la posibilidad de poder pensarse a sí mismos como sujetos políticos, incorporando de esa manera una noción de promoción de protección de sus propios derechos. Siempre se piensa a los jóvenes como futuro y realmente lo son, pero también son el presente. Ya son personas, sujetos con ideas y convicciones, suele ser traidor la idea de pensarlos como “futuras personas” porque eso es desestimar su presente, es no darles voz. Que equivocada esta idea: son lucha, fresca sonrisa.
Tomás Bover, tiene 34 años, es doctor en antropología social y se dedica a la investigación y docencia universitaria en la UNLP, entre otras tantas cosas que realiza en su vida. Su directora de investigación, fue miembro de la casa de los Niños de la obra del Padre Cajade y sabía que era un deseo de éste el abrir una casa para los y las adolescentes. Fue en 2009 que se consiguió un lugar y se inauguró Casa Joven, de la obra el último centro de día que se abrió, y es el que coordina hoy Tomás; que además forma parte de la comisión directiva donde se toman decisiones vinculadas a toda la obra.
Sus días suelen ser muy activos, al relatar todo lo que hace dejaría knock out a cualquiera, pero a él y otros muchos que trabajan en la obra del Padre Cajade no. Tienen una especie de energía reciclable que los hace andar e ir por más y así poder alternar los días en que da clases en la facultad con los días que le toca estar en Casa Joven como educador a cargo de algunos de los talleres que ofrecen, y a eso sumarle los días donde tienen reuniones del tipo organizativas con el resto de los compañeros de la casa y otras reuniones que tienen que ver con las políticas de la niñez. Esas “composiciones múltiples”, como él las denomina, de tener varios trabajos y de estar a la mañana en uno a la tarde en otro, casi necesitando una brújula para no perderse en tan agitada agenda semanal y sin embargo no afloja en nada.
Cuando se lo escucha hablar sobre las pibas y pibes no es difícil conmoverse, no cae en sentimentalismo, no da golpes bajos, sencillamente se le ilumina la voz y contagia. Si, de ahí proviene la energía, de los pibes y pibas.
Informes y donaciones:
(0221) 423-6424 (grabar mensaje)
FUENTES:
Pablo Morosi. Padre Cajade. El santo de los pibes de la calle. Ed. Marea
Entrevistados: Tomás Bover, coordinador de Casa Joven. Milagros Poratto, educadora voluntaria en los talleres “Jóvenes y Memoria” de Casa Joven.

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